Uno de los artistas más influyentes y revolucionarios del siglo XX:
Seguramente conocen algunas de sus obras más famosas de Pablo Picasso, como el Guernica o las señoritas de Aviñón, pero ¿saben cómo Picasso rompió con la perspectiva tradicional y creó un nuevo lenguaje visual?
La perspectiva es una técnica que se usa para representar la profundidad y el volumen de los objetos en un espacio bidimensional, como un lienzo o un papel. La perspectiva se basa en la idea de que los objetos más lejanos se ven más pequeños y menos detallados que los más cercanos, y que las líneas paralelas convergen en un punto de fuga. Esta técnica se desarrolló en el Renacimiento y se usó durante siglos para crear ilusiones de realidad.
Sin embargo, Picasso no estaba satisfecho con esta forma de representar el mundo. Él quería mostrar más que lo que se ve desde un solo punto de vista. Quería expresar la esencia y la emoción de las cosas, no solo su apariencia superficial. Por eso, empezó a experimentar con diferentes formas de descomponer y recomponer las formas, usando geometría, colores y símbolos. Así nació el cubismo, un movimiento artístico que cambió la historia del arte.
El cubismo se caracteriza por la fragmentación y la multiplicidad de las formas, que se muestran desde diferentes ángulos y perspectivas simultáneamente. De esta manera, el artista crea una imagen más compleja y dinámica, que invita al espectador a participar activamente en la interpretación. El cubismo también rompe con la idea de que el arte debe imitar la naturaleza, y propone una nueva forma de abstracción basada en la simplificación y la geometrización.
Picasso fue uno de los pioneros y líderes del cubismo, junto con su amigo y colega Georges Braque. Juntos exploraron las posibilidades del cubismo analítico, que se enfoca en el análisis y la descomposición de las formas en elementos básicos como el cilindro, el cono y la esfera. Más tarde, Picasso desarrolló el cubismo sintético, que se basa en la síntesis y la recomposición de las formas usando elementos como el collage, el papier collé y las letras.
El cubismo fue una revolución artística que influyó en muchos otros movimientos y artistas posteriores.
¿Cómo podemos representar todo eso en una superficie plana?
La obra cubista de Pablo Picasso, desarrollada entre 1907 y 1914 junto con Georges Braque, supuso una ruptura radical con la pintura tradicional basada en la representación perspectiva y la imitación de la naturaleza. En su lugar, Picasso y Braque crearon una nueva gramática pictórica y una sensibilidad estética que desafiaban al espectador a ver el mundo desde diferentes puntos de vista simultáneos.
En este ejercicio de dibujo, vamos a inspirarnos en el trabajo artístico de Picasso para explorar la descomposición de la perspectiva y una nueva forma de componer. El objetivo es crear una imagen que no se limite a reproducir la apariencia externa de las cosas, sino que exprese su esencia interna y su relación con el espacio.
Para ello, vamos a tomar como ejemplo la descomposición de una guitarra, un motivo recurrente en la obra cubista de Picasso. La guitarra es un objeto tridimensional que tiene volumen, forma, textura y color. Pero también es un objeto simbólico que tiene significado, historia y emoción. ¿Cómo podemos representar todo eso en una superficie plana?
🎨Ejercicio de dibujo: una guitarra cubista
El primer paso es observar detenidamente la guitarra desde diferentes ángulos y distancias, y dibujar sus partes principales: el mástil, el cuerpo, las cuerdas, el puente, etc. No hace falta que sean dibujos muy detallados ni realistas, sino más bien esquemáticos y simplificados.
El segundo paso es recortar los dibujos de las partes de la guitarra y colocarlos sobre una hoja en blanco, jugando con las posiciones, las orientaciones, las superposiciones y los espacios vacíos. Podemos usar pegamento o cinta adhesiva para fijarlos temporalmente. Lo importante es buscar un equilibrio entre orden y caos, entre unidad y diversidad, entre claridad y ambigüedad.
El tercer paso es repasar con un lápiz o un rotulador los contornos de las partes de la guitarra sobre la hoja en blanco, creando así una composición definitiva. Podemos añadir algunos detalles o elementos decorativos si lo deseamos, pero sin perder de vista la idea principal: mostrar la guitarra desde múltiples perspectivas a la vez.
El cuarto paso es aplicar color a nuestra composición, usando lápices de colores, acuarelas, ceras o lo que prefiramos. Podemos usar colores realistas o inventados, pero siempre teniendo en cuenta el contraste, la armonía y el ritmo. El color puede ayudarnos a crear profundidad, luz y sombra, o a resaltar algunas zonas sobre otras.
El quinto y último paso es firmar nuestra obra y ponerle un título si queremos. Ya tenemos nuestro dibujo basado en el trabajo artístico de Pablo Picasso y la ruptura con la perspectiva tradicional.
¿Qué hemos aprendido con este ejercicio?
Hemos aprendido a ver las cosas desde diferentes puntos de vista y a expresarlos en una sola imagen. Hemos aprendido a descomponer un objeto en sus partes esenciales y a recomponerlo de una forma nueva y original. Hemos aprendido a crear una imagen que no se limita a copiar la realidad, sino que la interpreta y la transforma. Hemos aprendido a usar el lenguaje visual del cubismo para comunicar nuestra visión personal del mundo.